¿Frases violentas?

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental quiero aprovechar para traer sobre la mesa un tema al que muchas veces no le prestamos atención.

Las frases violentas, pero ¿qué son?. Todos esos comentarios conchos, vacíos, fuera de lugar o de menosprecio que utilizamos para referirnos a situaciones delicadas o importantes para una persona o inclusive podemos decirlas con la intensión de dar ánimo, pero si no prestamos atención pueden terminar haciendo sentir mal a alguien.

Por ejemplo: terminaste con tu novio y estás dolida y alguien se te acerca con un comentario (no solicitado) tipo “eso no es nada” o un “ahorita pasa” o si hay una infidelidad puede que digan “mejor ahora que casados”, y repito quizá su intención no es mala pero puede resultar siendo algo hiriente.

Existe cierta necesidad de siempre opinar o tener que decir algo ante una persona que quizá se está sintiendo un poco mal por alguna situación en particular, y lo cierto es que no siempre hay que decir algo, algunas veces resulta ser de más consuelo un “no sé qué decirte pero aquí estoy” o un “no puedo dimensionar por lo que estás pasando pero quiero que sepás que aquí estoy para lo que necesités”, en lugar de sacar todas las frases trilladas que nos han enseñado desde pequeños.

Cuando prestás atención podés encontrarte recibiendo muchas de estas frases y peor aún diciéndolas, sin saber la carga que llevan y cómo las puede recibir la otra persona.

En este último tiempo recibí algunas que sé no venían con mala intención, pero tampoco quise normalizarlas ni acostumbrarme a recibirlas porque en su momento no me hacían bien, así que de una forma muy educada le decía a las personas a las que tenía confianza cómo sonaban esos comentarios realmente para mí, y muchas de ellas se sorprendieron y lo agradecieron, porque la gente no es adivina tampoco, nada nos cuesta hablar con la verdad y respeto para que otros nos entiendan.

Por favor, si lo que vamos a decir no aporta nada positivo mejor no lo digamos, es un trabajo quizá de hasta desaprender cómo abordamos las cosas, pero te puedo asegurar que es muy valioso. Ninguno de nosotros nace aprendido y es sumamente difícil entender aunque sea en pequeña proporción el sufrimiento de una persona, si no hemos pasado por ahí, pero la empatía nos ayuda a ser más humanos y responsables con nuestras palabras.

Ahora bien, con todo esto no me refiero a que andemos por la vida resintiendo, es solo prestar atención a qué cosas realmente podemos dejar pasar y cuáles se quedan haciendo eco en nuestro interior y minan nuestros sentimientos, los cuales son sumamente valiosos.

Motivemos y llevemos ánimo siempre que sea posible, pero también aprendamos a reconocer cuando sólo hay que acompañar a alguien solo guardando silencio y abrazando.